sábado, 31 de octubre de 2015

Dejate liberar,no es una orden,te lo ofrezco por amor


Cierto día nacieron cuatro cachorritos que reflejaban una pacifica pureza, como todo recién llegado.
Un humano admiró la pureza de estos seres, aunque cuando se acercó, ellos por inconsciencia y desconocimiento le ladraban y huían de ese extraño ser que parecía tan poderoso, superior.
En cambio este ser se acercaba movido por la ternura, quería ver si necesitaban algo y proveerlos y, al observar la cantidad de garrapatas succionando la sangre de seres tan inocentes, bellos y puros se dispuso a librarlos de tales parásitos a fin de que no sufran lo peor. Pero los perritos seguían asustados, lo rechazaban y ladraban a fin de que se alejara. El hombre perseveró, pues entendía la inocencia e ignorancia que causaba esa reacción, los agarró uno por uno y los libro de sus parásitos,de a ratos , cuando los perritos temerosos se resistían demasiado el hombre hacia una pausa y los colocaba contra su pecho para que sintieran sus latidos y su calor en señal de amor y ternura y ellos se calmaban. Los perritos lo vivieron como un ataque al principio,pues eran inconscientes de que el humano les estaba librando y no castigando, que la intención de este ser no era imponer autoridad, no exigía obediencia, solo ofrecía amor,solo deseaba que se hagan conscientes de este amor y misericordia, que el dolores necesario para fortalecerse y evitar dolores aun mas profundos y difíciles de reparar. Luego cuando termino con los cuatro,el hombre se sorprendió, pues al ir a la casilla donde se encontraban estos,ellos salieron a su encuentro moviendo sus minúsculas colitas,contentos,pero reflexionando comprendió el mensaje de trasfondo,!así somos con la vida! El ser supremo, que en su infinito amor y ternura solo nos sana, nos libera de todo lo que nos consume energías, lo que nosotros interpretamos como desgracias y castigos, contra lo que blasfemamos no es mas que la misericordia del ser supremo que nos guarda y nos abriga,y que,en medio de esa limpieza,hace una pausa y nos abraza,sentimos el latido en el corazón de la vida, su calor y nos invade una inmensa calma, luego la limpieza sigue, pero con ánimos renovados, y un día, cuando nos concienciamos de la bondad de la vida,la esperamos con ansias, esperamos su limpieza por mas brusca que parezca , agradecemos su infinito amor ternura la recibimos con inocencia y alegría, como puros cachorritos ante su amo. Que la vida no impone autoridad, solo ofrece calor y ternura.

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